Vi esta película en la única compañía de un ambientador programable que emitía su fatal descarga cada nueve minutos con un siseo asmático, provocando contracciones involuntarias en todos mis órganos. Así es que no voy a ser del todo imparcial, porque esta peli sí me dio miedo, aunque quizá se deba a los sustos que me daba el ambientador y no a una realización eficiente en torno a un guión plagado de incoherencias.
Por si a alguien le interesa el dato, este film se publicita a sí mismo como la primera película que utiliza cadáveres auténticos. Sus comienzos son más que prometedores. La acción se desarrolla en torno a las experiencias de unos estudiantes de medicina ante sus primeros contactos con fiambres, situación que resume un montón de tópicos y mitos de los cuales todos hemos oído hablar. El tratamiento de la protagonista es especialmente atractivo. La pequeña estudiante parece la más vulnerable una vez confrontada a los horrores de la muerte. Sin embargo, a medida que se desarrolla la acción, dará pruebas de un coraje y decisión que ya quisieran para sí sus compañeros en apariencia más valientes. Con ecos de Re-animator, y sobre todo Línea mortal, los estudiantes van penetrando en los misterios del más allá a partir del contacto con un cadáver en particular, el de una mujer que guarda un terrible secreto.
Así las cosas, pasada la primera media hora aproximadamente, la peli empieza a decaer rápidamente. Dando por supuestas muchas asunciones en torno al más allá como si fueran la piedra angular de un sistema contrastado y compartido por los espectadores, el argumento comienza a enrocarse sobre sí mismo, volviéndose cada vez más circular. La muerta está maldita. Todo el que entra en contacto con ella muere acto seguido. Entre apagones y visiones terroríficas del depósito de cadáveres nos enteramos de que la mujer era una psiquiatra-prostituta que llevaba a cabo una investigación sobre un culto azteca. Curiosamente, esta investigación transcurría en Brasil. No sé si es un fallo de la traducción o una pifia del guión, pero para el caso igual se podía haber puesto a investigar a los aztecas en la feria del Rocío.
En fin. Pasemos por alto también la temeraria exposición a los gérmenes y a los agentes de la putrefacción de los estudiantes, a los que no se les suministra ni una mala mascarilla. Quedémonos con la escena del tanque de formol, que además del comienzo y del personaje protagonista, me parece lo mejor de la película. Imaginad un tanque lleno de cadáveres flotando y que tenéis que bucear en él buscando desesperadamente el cuerpo de una mujer muerta. Tengo mis reservas sobre si las mucosas y otros puntos sensibles de la anatomía humana pueden entrar en contacto tan alegremente con un producto conservante como el formol, pero lo cierto es que la escena causa un gran desasosiego. Lo sobrenatural aquí es lo de menos; sólo pensar en rozar con el dedo tangencialmente un cuerpo muerto ya es bastante malo, así es que imaginaos aguantando la respiración para sumergíos en una piscina repleta de cuerpos hinchados, e ir apartando cadáveres buscando uno en concreto...En efecto, es el momento de que el ambientador diga la última palabra....
En fin. Pasemos por alto también la temeraria exposición a los gérmenes y a los agentes de la putrefacción de los estudiantes, a los que no se les suministra ni una mala mascarilla. Quedémonos con la escena del tanque de formol, que además del comienzo y del personaje protagonista, me parece lo mejor de la película. Imaginad un tanque lleno de cadáveres flotando y que tenéis que bucear en él buscando desesperadamente el cuerpo de una mujer muerta. Tengo mis reservas sobre si las mucosas y otros puntos sensibles de la anatomía humana pueden entrar en contacto tan alegremente con un producto conservante como el formol, pero lo cierto es que la escena causa un gran desasosiego. Lo sobrenatural aquí es lo de menos; sólo pensar en rozar con el dedo tangencialmente un cuerpo muerto ya es bastante malo, así es que imaginaos aguantando la respiración para sumergíos en una piscina repleta de cuerpos hinchados, e ir apartando cadáveres buscando uno en concreto...En efecto, es el momento de que el ambientador diga la última palabra....